Adéntrate en una encantadora habitación familiar situada en el antiguo desván de una casa de campo. Al subir las escaleras, te envuelve una sensación acogedora y nostálgica que evoca el encanto del pasado y la calidez del hogar.
Esta habitación se divide en dos áreas principales: una habitación de matrimonio y una habitación individual con baño, compartido por ambas. Las vigas de madera del techo se extienden majestuosamente sobre ambas áreas, añadiendo un toque rústico y auténtico al ambiente.
Los suelos de piedra pulida bajo tus pies ofrecen solidez y durabilidad, mientras que las paredes lisas, pintadas en tonos suaves y neutros, reflejan la luz natural que entra por las ventanas.
En la habitación de matrimonio, una cómoda de madera maciza con cajones desgastados por el tiempo ofrece espacio de almacenamiento para la ropa y otros objetos personales. Al lado de la cómoda, mesillas de noche con delicados detalles tallados sirven como lugares para colocar lámparas de mesa y otros objetos esenciales. Un espejo antiguo, enmarcado en madera tallada, cuelga de una de las paredes.
En la habitación individual, una cama individual con colchas suaves y almohadas mullidas ofrece un lugar acogedor para descansar. Un pequeño baño, compartido por ambas habitaciones.
Los armarios antiguos, con sus puertas de madera tallada y herrajes de hierro forjado, ofrecen aún más espacio de almacén.
En resumen, esta habitación familiar en el antiguo desván combina el encanto del pasado con la comodidad de lo contemporáneo, creando un refugio acogedor y lleno de carácter para toda la familia.