La habitación rural está situada en una antigua cámara, lo que le otorga un encanto especial y un ambiente acogedor.
Las vigas de madera atraviesan el techo, agregando un toque rústico y proporcionando una sensación de calidez. Los muebles antiguos, cuidadosamente conservados, añaden un aire nostálgico y auténtico al espacio.
El suelo de piedra complementa perfectamente la estética campestre, ofreciendo durabilidad y un aspecto natural. En el centro de la habitación, una viga de suelo a techo se erige como un elemento arquitectónico destacado, añadiendo carácter y funcionalidad al espacio.
Las paredes lisas proporcionan un lienzo neutro para resaltar los detalles de la habitación, permitiendo que la atención se centre en la belleza de los muebles y las características arquitectónicas.
En conjunto, esta habitación rural ofrece un ambiente acogedor y auténtico que invita a los huéspedes a relajarse y disfrutar de la tranquilidad del entorno campestre.